Si hay un partido que sin lugar a dudas quedará tatuado a fuego en los recuerdos de los madridistas es aquella final jugada en el Estadio Da Luz. Corría el año 2014 y, tras un difícil inicio de temporada, el Real Madrid poco a poco fue construyendo un camino hacia el deseado objetivo, la UEFA Champions League.
El 24 de mayo del año 2014, Sergio Ramos se convertiría en una leyenda del madridismo al marcar el gol más importante de su carrera. Ese mismo día, el madridismo disfrutaría del inicio de una época que cambiaría la historia reciente del club blanco. Ese 24 de mayo, en el minuto 93, Sergio Ramos impulsó un antes y un después en el Real Madrid.
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Final de la Champions League 2013/2014 vs Atlético de Madrid
Sergio Ramos durante la final
La rivalidad entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid nace, al igual que muchas otras a nivel mundial, por la cercanía entre ambos clubes. Por ello, el enfrentamiento entre dos rivales locales toma por nombre “derbi”. Siendo así, el derbi de Madrid, aquel que es jugado por el Real Madrid Club de Fútbol y el Club Atlético de Madrid.
La balanza de estos encuentros tiene un claro favorito, puesto que, tanto histórica como deportivamente, el Real Madrid ha sido superior a su rival. Debido a esto, durante muchos años, el Real Madrid deseaba año a año jugar los derbis para humillar a su rival local.
No obstante, esto cambió cuando Diego Pablo Simeone llegó a los blanquillos del club colchonero. A partir de este momento, el Atlético de Madrid fue en un ascenso constante que tocó techo en la temporada 2013/14. Este equipo tuvo durante muchas temporadas a los mejores defensas del mundo, por lo que era un rival duro de roer.
Esa misma temporada, el conjunto de Simeone logró un hito histórico al ganar el título de LaLiga en la última jornada ante el FC Barcelona. No obstante, el hambre de los colchoneros no estaba saciada, puesto que, por primera vez en su historia, la Champions League estaba al alcance.
Lo que no sabían los fanáticos del Atlético es que ese largo camino culminaría en Portugal, en el Estadio da Luz, ante su máximo rival. La temporada 13/14 fue convulsa para el Real Madrid, tras ver mermadas sus posibilidades de ganar La Liga, apostaron todo a la Champions League.
Al llegar a las semifinales, el mundo del fútbol se frotaba las manos ante una posible final madrileña. El Real Madrid se enfrentó al Bayern Munich, a quienes golearon 5-0 en global.
Por el otro lado, el Atlético se enfrentó al Chelsea y, tras un empate de local, los colchoneros ganaron 3-1 en Stamford Bridge. Por primera vez en la historia de la UEFA Champions League, dos equipos de una misma ciudad se enfrentarían en una final.
Así fue el gol de Sergio Ramos en el minuto 93
Una final entre dos clásicos rivales es, sin lugar a dudas, una batalla campal. Por ello, esta final entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid no fue la excepción a la norma.
El primer tiempo del partido fue bastante equilibrado para ambos equipos. No obstante, el ataque del Atlético fue condicionado por la salida por lesión de su delantero estrella, Diego Costa. Por suerte para el conjunto colchonero, en el minuto 36, Diego Godín abriría el marcador para su equipo.
Para el segundo tiempo, el Madrid saldría con todo para tratar de empatar el encuentro. Tras un primer tiempo siendo dominados por el fútbol defensivo del Atlético de Madrid, los merengues se impusieron en la segunda mitad. Por ello, tras más de 45 minutos de asedio, en el tiempo añadido, llegó aquella mítica jugada.
Partiendo desde la izquierda, Gareth Bale centró un balón que Sergio Ramos llegó a cabecear, pero fue desviado por un rival. De esa jugada, nació un córner, y ese saque de esquina nunca será olvidado por los madridistas.
Luka Modrić se dispuso a centrar ese córner, cuando vio que Sergio Ramos había encontrado un espacio cerca del punto penal. Así, decidido, el croata mandó un pase al hueco directamente a la testa del defensa español.
Ramos, consciente de la ventaja aérea que tenía ante sus rivales, dirigió la pelota con un potente cabezazo al palo más lejano de Courtois. Así, en el minuto 93, el Real Madrid empató el partido.
La prórroga llegó y el Atlético de Madrid estaba aturdido. El fuerte, compacto y decidido equipo de Simeone, empezó a flaquear y a bajar los brazos.
Por esto mismo, en la segunda mitad de la prórroga, Ángel Di María realizó una jugada magistral por la banda y disparó. Thibaut Courtois (uno de los mejores porteros del momento) rechazó el disparo, pero el rebote le llegó a Gareth Bale quien cabeceó el balón para sellar el 2-1. Luego, Marcelo, sin mucho esfuerzo, marcó el tercero. Como guinda sobre el pastel, Cristiano Ronaldo selló el 4-1 definitivo de penalti.
Un nuevo icono del madridismo
Remate perfecto de Sergio Ramos
El fútbol es un deporte de once contra once. Sobre el papel, ésto no tiene discusión alguna. No obstante, existen momentos en los que, uno de esos 11 jugadores logra destacar del resto con individualidades.
Por suerte para el club blanco, que ya se veía derrotado. En el añadido final del tiempo regular, dos de los mejores jugadores del Real Madrid lograron empatar el partido gracias a su buena estrategia.
La inteligencia de Sergio Ramos (considerado como uno de los mejores jugadores de la historia de España) para encontrar un punto débil entre la férrea defensa del Atlético de Madrid fue el punto inicial. Pero, esto no hubiera significado nada si no fuera por el buen pie de Luka Modrić para encontrar a Ramos.
Tras el pase al hueco de Luka, el potente cabezazo de Ramos pasó a la historia como ese gol que le dio esperanzas al madridismo. Ese gol, en el minuto 93, catapultó la futura capitanía de Sergio Ramos tras la salida de Iker Casillas. Ese mismo gol, tan odiosamente recordado por los fanáticos colchoneros, fue tan solo el inicio de una época dorada para el Real Madrid.
Tras el gol de Sergio, empezó un festival futbolístico del Real Madrid. Luego del empate de Ramos, los colchoneros, con la moral minada, quedaron en un trance que el Madrid aprovechó. Por ello, tras levantar la décima ante el cielo de Portugal, Sergio Ramos y el minuto 93, se han convertido en un icono del madridismo.
