Hendrik Johannes Cruyff nació el día 25 de abril de 1947 en la hermosa ciudad de Ámsterdam, Países Bajos. Desde su juventud hasta su adolescencia el talentoso chico de orígenes muy humildes empezó a demostrar un talento innato para jugar al fútbol. Por ello, a los diez años fue seleccionado para formar parte de una de las canteras más exitosas del fútbol europeo, la del AFC Ajax.
A pesar de sus características físicas, sus entrenadores empezaron a notar que el delgado chico tenía una gran facilidad de irse de sus rivales con movimientos ágiles e inteligentes. Por ello, el entrenador del primer equipo del Ajax, el legendario Rinus Michels, preparó ejercicios y entrenamientos dedicados a la perla de la cantera para potenciar estas características.
Por ello, a la tierna edad de 17 años, Johan Cruyff debutó con el primer equipo del Ajax y empezó su larga carrera que culminaría con todos los elogios habidos y por haber. Tras pasar casi toda su juventud y adultez bajo la disciplina neerlandesa, “El Flaco” pasó gran parte de su carrera en clubes de la talla del FC Barcelona, algunos clubes menores de la MLS y, finalmente, llegó a su fin en el Feyenoord.
Una vez retirado, el triple ganador del Balón de Oro decidió dar el gran paso a los banquillos. Lo que nadie imaginaría, es que el que para muchos es el mejor jugador europeo de la historia, terminaría siendo además uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos.
Después de una exitosa carrera como jugador y entrenador, el holandés se asentó en la ciudad de Barcelona, donde vivió felizmente con su familia hasta su muerte en la ciudad que le dio todo el cariño del mundo en su etapa como culé. Lamentablemente, unos años antes del trágico evento, se hizo público que Cruyff padecía un cáncer pulmonar.
Sus declaraciones al respecto siempre fueron extremadamente positivas, alegando que estaba seguro que ganaría la batalla contra el cáncer, y en cierto punto, llegó a afirmar que iba ganando el partido ante la enfermedad por 2-0.
Sin embargo, el 24 de marzo de 2016 en Barcelona, la ciudad que le dio todo y a la que le dio todo, Cruyff perdió el partido más importante de su carrera. Tras su muerte, sus restos fueron quemados y esparcidos en el jardín de su casa en Barcelona. Hoy, en Fútbol Moderno, repasaremos la ilustre carrera del mejor jugador de la historia de los Países Bajos y uno de los mejores jugadores de la historia.
El holandés volador: de promesa del fútbol neerlandés a leyenda mundial
Por lo general, las grandes leyendas de este deporte están tocadas con una varita desde el primer momento que tocan una pelota con los pies. En el caso de Johan Cruyff, sus inicios levantaron la atención no solo de su entrenador, Rinus Michels, sino también de los mejores clubes del mundo en ese momento.
Esto, acelerado por su prematuro debut el día 15 de noviembre del año 1965, con tan solo 17 años de edad. En aquel encuentro, Johan destacó al marcar el único gol en la derrota ante el Groningen por 3-1. Esa temporada jugó tan solo nueve partidos con el primer equipo, por lo que poco a poco fue ganándose un puesto entre los titulares a pesar de su edad.
En los años siguientes Johan Cruyff fue, poco a poco, transformando su posición y su influencia en el campo de juego en pos de ganarse la confianza de su entrenador y empezar a sumar titularidades. De este modo, durante sus 6 primeras temporadas en el Ajax, el peso de Cruyff en el juego del equipo empezó a ser determinante y clave.
Esto, gracias a la gran estrategia de uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos, uno de los padres del fútbol total, Rinus Michels. En su esquema, la importancia de Cruyff era tal que todo el peso del ataque y la creación recaía sobre sus hombros.
En más de una ocasión, Johan trasladó las ordenes de Michels al campo, ordenando el mismo a sus compañeros y armando estrategias en pleno campo. Por ello, al ver fotos de esa época, es común ver postales en las que el flaco señalaba con el dedo el camino hacia el gol.
En sus años bajo la disciplina neerlandesa, el flaco fue pieza clave en los éxitos continentales de su club. Puesto que, bajo las órdenes de Michels, el Ajax se consagró campeón de la Copa de Europa por primera vez en su historia. Ese mismo año, Cruyff también ganó su primer gran trofeo individual al ser elegido Balón de Oro de 1971.
Los años siguientes serían igual de dulces para Johan, salvo aquel 1974 tan tristemente recordado por los neerlandeses. En el año 1972, ya bajo las órdenes de otro de los padres del fútbol total, Ştefan Kovács, el Ajax fue bicampeón de la Copa de Europa. Éxito que se replicó en el año 1973, convirtiéndose en uno de los mejores equipos del mundo durante esa época. Gracias a este éxito, Cruyff ganó el balón de oro de 1973, sin embargo, no lo levantaría siendo jugador del Ajax.
Tras sus grandes éxitos nacionales y continentales, Cruyff optó por abandonar la disciplina del Ajax para recalar en el FC Barcelona a mitad de la temporada 1973/1974. Como culé, levantó el balón de oro de 1973 y el de 1974 siendo un jugador clave en el grandioso mundial de ese año. Además, fue determinante en el FC Barcelona campeón de Liga, que llevaba más de 14 años sin ganarla.
Sin embargo, la derrota de su selección en la final del mundial de 1974 ante la Alemania de Franz Beckenbauer siempre será un amargo recuerdo para todos los fanáticos del fútbol holandés.
Tras cuatro años y medio bajo la disciplina culé, Cruyff abandonó el Barça en la temporada 1977/1978. Desde 1979 hasta 1981 jugó en tres equipos de los Estados Unidos, además de aceptar una cesión por medio año al Levante UD. Finalmente, entre 1981 y 1984 decidió darle fin a su carrera en su país natal. Entre esos años, jugó en el Ajax desde 1981 hasta 1983 para finalmente jugar su temporada final, la 1983/1984, en el Feyenoord.
Johan Cruyff como entrenador: un visionario que cambió la historia del deporte
Tras haber formado parte de una de las generaciones más talentosas del fútbol neerlandés, es normal que Johan Cruyff quisiera plasmar las enseñanzas de sus entrenadores pasados desde el banquillo. Por ello, a inicio de la temporada 1984/1985 dio sus primeros pasos al incorporarse al Ajax como director deportivo.
Sin embargo, ese mismo 1985 fue firmado como entrenador del primer equipo gracias a su buen ojo para invertir en la cantera y sus excelentes ideas. Johan Cruyff debutó como entrenador en la temporada 1985/1986 y se mantuvo en el puesto hasta la temporada 1987/1988.
Durante ese tiempo, se empezó a notar que Cruyff tenía buen ojo para las tácticas y para la organización de su equipo sobre el terreno de juego. Por ello, a pesar de no tener un palmarés enorme con el equipo que lo vio nacer, fue fichado como entrenador del primer equipo del FC Barcelona para la temporada 1988/1989.
Esta, según muchos expertos e historiadores del fútbol, es la mejor decisión que pudo tomar el FC Barcelona en toda su historia, junto con el fichaje de un joven jugador argentino que solo pedía que le pagaran su tratamiento hormonal. El legado de Johan Cruyff en el banquillo de los culés perdura hasta hoy, y es, sin lugar a dudas, un hombre que cambió el fútbol.
Su estilo de juego en el FC Barcelona recordaba a los mejores años de la Holanda de los 70’ gracias a su control de balón, posesión y transiciones rápidas hacia el ataque a partir de inicios en el centro del campo. Este estilo, el hoy llamado Tiki-Taka, fútbol posicional o fútbol de toques, fue evolucionando a partir de la influencia de Johan hasta ser perfeccionado por su mayor pupilo, Pep Guardiola.
Durante su época como entrenador culé, Johan Cruyff logró darle una identidad al FC Barcelona y un legado imborrable. Esto, gracias a sus grandes ideas y estrategias que llevaron al conjunto culé a ganar su primera Copa de Europa en el año 1992 con su Dream Team.
Gracias a esta victoria, el rumbo del FC Barcelona cambió para siempre. Las ambiciones de un club siempre relegado a un segundo plano por los éxitos de su rival, el Real Madrid, fueron aumentando año a año. Para la historia quedarán las palabras de Johan Cruyff a su equipo antes de salir a jugar aquella final ante la Sampdoria: “Salid y disfrutad.”
En 8 temporadas en el banquillo del FC Barcelona Johan Cruyff dirigió en 301 partidos, con un saldo positivo de 178 victorias, 67 empates y 56 derrotas. Del mismo modo, aumentó exponencialmente los títulos del club, ganando 1 Copa de Europa, 4 Ligas, 1 Copa del Rey, 1 Supercopa de Europa, 1 Recopa de Europa y 3 Supercopas de España.
Por todo esto que hemos mencionado, tanto por su peso como jugador como su cerebro privilegiado de entrenador, Johan Cruyff es considerado el hombre que fundó las bases del fútbol moderno.