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La Selección Española campeona de 2008-2010-2012 (Mundial y Eurocopas)

La Selección Española y su ciclo ganador de 2008-2010-2012. A lo largo de la historia del fútbol se han formado miles de plantillas, pertenecientes a clubes y a selecciones. Por suerte o por desgracia, son muy pocas las afortunadas que permanecen en el recuerdo del imaginario colectivo del mundo del fútbol. Algunas, lo hacen por los títulos conquistados, otras, por su estilo único e inconfundible, e incluso existen unas terceras que pasaron a la historia por haberse rebelado contra favoritismos y cualquier tipo de quiniela.

Asimismo, también existen una serie de partidos o torneos concretos que facilitan el recuerdo de un equipo, sobre todo, por su importancia. Estamos hablando de competiciones como la Champions League, a nivel de clubes, o la Eurocopa, y, por supuesto, el Mundial, a nivel de selecciones nacionales.

En España, tras décadas caminando por el desierto, tuvimos la suerte de encontrarnos con una generación de futbolistas que maravilló al mundo entero por su estilo de juego, y por haber conquistado un ‘triplete’ (Eurocopa-Mundial-Eurocopa) con el que dominaron con mano de hierro el ámbito futbolístico europeo e internacional durante cuatro increíbles años.

Estamos hablando de la generación que comenzó un ciclo glorioso en el año 2008, con la consecución de la Eurocopa, y lo terminó cuatro años después, haciéndose también con la segunda Eurocopa consecutiva. Pero, ¿cuál fue el germen de esta generación?

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El origen de la Selección Española triunfal

Venía España de haberse pegado otro ‘batacazo’ en el Mundial de Alemania (2006). Tras una fase de grupos impecable, con 9 puntos sobre 9 posibles y grandes partidos, nos enfrentábamos a la Francia de Zidane, al que algunos ya llamaban jubilado, y que terminó por apearnos prematuramente en octavos de final. En este punto, las cosas irían a peor: el clima hostil provocado por la no convocatoria de Raúl, y el asedio de la prensa nacional a Luis Aragonés, hacía que cada partido del combinado nacional fuese poco menos que una batalla bélica.

Sin embargo, en medio de la clasificación para la Eurocopa, comenzaría a germinar la gran selección: un 13 de octubre de 2007, en un partido frente a Dinamarca, donde España se jugaba el primer puesto, para acceder de forma directa. Durante este partido, Luis Aragonés apostó por comenzar a introducir a esos ‘locos-bajitos’, sin poderío físico pero con un trato inmejorable de balón (Xavi, Iniesta, Cesc Fábregas…).

El resultado no pudo ser mejor: España goleó (1-3) con un juego preciosista que agradó a propios y extraños, destacando el gol de Sergio Ramos, con una gran jugada colectiva en la que la selección realizó un gran número de pases de forma consecutiva.

La Eurocopa de 2008

Tras el encuentro en Dinamarca, y con la polémica por el olvido de Raúl en la lista final para la Euro ’08 aun muy vigente, llegaba la Selección al torneo de Austria y Suiza con la ilusión de, por fin, poder pasar la barrera de cuartos.
Tras otro gran comienzo ilusionante, con goleada a Rusia-selección que en aquella Euro tenía una gran plantilla- (4-1), victoria en el descuento frente a la Suecia de Ibrahimovic (1-2) y otra victoria frente a la que era actual campeona de Europa (Grecia, 1-2); España se enfrentaba en cuartos de final a Italia, actual campeona del mundo, que trataba de seguir reinando en el ámbito futbolístico.

Sin embargo, España no se enfrentaba únicamente al poder de la campeona del mundo, también lo hacía a la barrera psicológica de cuartos de final que tanto había lastrado a la Selección. Tras un partido agónico, con prórroga incluida, en los penaltis apareció Iker Casillas, ‘el Santo’, que, con sus paradas, y el penalti final anotado por Fábregas, clasificaban a España para semifinales, donde esperaba Rusia, que llegaba de eliminar a Holanda.

Tras una primera parte igualada, en la segunda mitad del encuentro España desarrolló un fútbol muy difícil de igualar, con una presión muy alta y un gran juego colectivo ante el que Rusia nada pudo hacer, en lo que probablemente sea uno de los mejores 45 minutos de la historia de la Selección, sino el mejor. Durante el partido, cayó una gran tromba de agua, además de la lluvia de goles del combinado español en la segunda parte, que acabó goleando, 0-3.

El resultado en la final es conocido por todos, un perfecto pase en largo de Xavi Hernández a Fernando Torres (la pequeña siesta de Lahm también ayudó) pondría mano a mano al atlético frente a Lehmann, al que batiría por alto. A partir de ahí, la selección desplegó su fútbol de toque y apenas sufrió ante una gran Alemania.

El Mundial de 2010

Tras la Euro ’08, Luis Aragonés dejó la Selección, en favor de Vicente del Bosque, quien mantuvo el estilo de juego con algunos pequeños cambios, como la inclusión del doble pivote y el cambio a un 1-4-2-3-1 (Busquets-Xabi Alonso) y la introducción de extremos puros para agitar al equipo en caso de necesidad (como fue el caso de Jesús Navas, sobre todo).

Tras una fase de clasificación pluscuamperfecta, llegaba España al Mundial de Sudáfrica, por primera vez en mucho tiempo, con la vitola de principal favorita, tras una Eurocopa maravillosa. El camino mundialista comenzó con el traspiés ante Suiza en la primera jornada (0-1), y dos victorias frente a Honduras (2-0) y Chile (1-2); que dejaban ciertas dudas en el halo futbolístico nacional. Y lo cierto es que, aunque la Selección mantuvo su estilo, fue un estilo menos ofensivo que en la Euro, seguramente provocado por el conocimiento que tenían los rivales.

En las eliminatorias, final incluida, España iría venciendo a sus rivales de forma consecutiva por 1-0, con algunos partidos no exentos de peligro, como el encuentro ante Paraguay en cuartos de final, donde Casillas (de nuevo) detuvo un penalti a Cardozo con 0-0 en el marcador.

En semifinales, esperaba otra vez Alemania, deseosa de venganza tras lo ocurrido en la final de Viena en 2008. Sin embargo, los germanos nada pudieron hacer frente al control de juego español, y, sobre todo, frente al soberbio testarazo de Carles Puyol, un gol bastante impropio de aquella Selección, que está en el recuerdo de todo nuestro país.

En la final nos esperaba Países Bajos, con una alineación de 11 jugadores y algún que otro ‘machete’ guardado en las espinilleras. Tras un partido realmente duro, donde los holandeses merecieron alguna expulsión más; con milagro de Iker incluido, el histórico gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 nos dejaba, por fin, besar la gloria mundial. Howard Webb pitó el final y Casillas elevó a España a la cima del mundo.

La Eurocopa de 2012

Sin embargo, el ‘dios del fútbol’ todavía le tenía guardado otro gran éxito a nuestro país, tras largas décadas con las vitrinas guardando únicamente polvo. Aterrizó España en la Eurocopa de Polonia y Ucrania como grandísima favorita, tras haber conquistado el doblete Eurocopa-Mundial. Pese a su papel, se hacía difícil presagiar que la Selección volviese a alcanzar la gloria, ya que nadie, hasta entonces, había conquistado estos tres títulos de forma consecutiva.

El torneo comenzó para la selección con la duda de formar con un 9 ‘puro’ o con un ‘falso 9’, ya que el gran artillero del combinado nacional, David Villa, se había lesionado con el Barça. Finalmente, Fábregas haría las veces de delantero en el primer partido, en el que empataríamos ante Italia (1-1). El empate obligaba a España a ganar los dos siguientes partidos, si quería depender de si misma. España cumplió venciendo a Irlanda (4-0) y Croacia (0-1), pese a que en el último partido un empate daba la clasificación a ambos, en lo que en Italia se encargaron de denominar biscotto.

El camino a la final fue muy duro para España, enfrentándose a las mejores selecciones del viejo continente: Francia (2-0) sería el rival abatido en cuartos de final, mientras que Portugal caería en semifinales, a través de la tanda de penaltis, con el penalti a lo Panenka de Sergio Ramos, incluido.

En la final, España volvería a desplegar un fútbol total, en lo que probablemente haya sido el último gran partido de nuestra selección, venciendo por 4-0 a Italia; en un partido que el combinado español dominaría de cabo a rabo, dejando al conjunto transalpino totalmente inoperante.

Con esta gran guinda final, se llegaría al ocaso de la gran generación de nuestro fútbol, que tantísimas alegrías nos ofreció, y que se ha convertido en una de las mejores selecciones de la historia del fútbol. Dos años más tarde, el fracaso en el mundial de Brasil nos volvió a mostrar la cruda realidad de lo más amargo del fútbol. ¿Volverá la Selección a reinar con mano de hierro en el cetro del fútbol mundial?

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